La hueste de los muertos, aunque no lo creamos, sigue dejando huellas en la escarcha. Sigue atemorizando y sigue viva, porque son nuestros muertos los que avanzan. Las almas de los muertos se mueven errantes con el viento y la tormenta. Al menos, así lo creían nuestros ancestros porque desde tiempos inmemoriales se tiene el convencimiento de que existen ejércitos de ánimas en pena que se trasladan en las tempestades y en las nubes oscuras, con un propósito desconocido pero aterrador. Escucha el episodio completo en la app de iVoox, o descubre todo el catálogo de iVoox Originals