En el Evangelio del día de hoy, Jesús critica a los escribas y fariseos por su hipocresía. Les reprocha que se preocupan más por aparentar pureza externa, mientras que en su interior están llenos de maldad y corrupción. Los compara con sepulcros blanqueados, que por fuera lucen hermosos pero por dentro están llenos de impurezas. También los acusa de construir monumentos a los profetas, pero ser cómplices de la violencia contra ellos. Jesús les insta a limpiar primero su interior para que su exterior también sea puro.