En el evangelio de hoy, Jesús se dirige a la multitud y les dice que esta generación es perversa y busca señales. Él les dice que el único signo que se les dará es el signo de Jonás. Jesús compara su presencia con la de Jonás en Nínive y la sabiduría de Salomón. Advierte que la reina del Sur y los hombres de Nínive se levantarán en el juicio contra esta generación. Jesús se presenta como alguien más grande que Salomón y Jonás.