Bettany Hughes investiga la relación duradera entre la guerra y la adoración siguiendo el rastro del antiguo dios romano de la guerra, Marte. Comienza en Cartago, lugar de una de las victorias más importantes y sangrientas de la historia del Imperio Romano y explora el papel vital de Marte en la expansión imperial de Roma. Bettany también considera cómo la figura de Marte fue utilizada por artistas como Botticelli y Rubens para examinar la inevitabilidad de la guerra, y si los beneficios de la guerra aún superan los horrores.