27 de enero de 1968. El Minerva, un submarino francés, desaparece durante una misión de entrenamiento, interrumpido por una violenta tormenta. A bordo, 52 marineros cuyos cuerpos nunca fueron encontrados. 51 años después, en 2019, los familiares de las víctimas logran retomar la búsqueda de sus seres queridos engullidos por el mar utilizando tecnologías de exploración submarina de última generación.